martes, 2 de junio de 2009

Carta desde el cielo


(Dedicado a mi viejo amigo Juan Pablo Acosta, Que descansa en el cielo)  
También a Pedro y a Silvia, y por supuesto a mi compañerita compinche “quela”

Así es la vida, un simple cantar de un pájaro que trina por vivir, una terrible realidad avasallante que descansa en las penumbras de la conciencia. Para que quiero vivir, si se que algún día puedo morir?. Esperando que ese día nunca llegue, finalmente Dios dicto mi última sentencia y me requirió para sus servicios en el cielo. Al principio me opuse, pero sabia que tenia que ser así, un hombre debe hacer, lo que un hombre tiene que hacer.
Lo mas doloroso fue dejar los afectos, en cierta forma supe que me iba, pero no pude hacer nada al respecto, mi papá, mi mamá, mi abuela, mi gran familia, y un amigo el cual sabe muchas veces lo que debe hacer en el caso de que no superen mi partida, sabe que debe decir, sabe que hacer pensar, sabe como actuar, sabe que debe acompañar a mi papá y a mi mamá. 
Creo que mi partida fue la decisión mas importante de mi vida, el gran cambio, deje un cuerpo y adopte otro que no necesariamente tiene que ser material, no tenemos huesos, no tenemos carne ni piel, por eso nada nos duele, creo que muchos no lo van a entender, pero quiero contarles que se siente maravilloso, puedo pensar sin cansarme ni dormirme, puedo caminar sin tener que sentarme a descansar, puedo volar sin pedirle permiso a nadie, puedo acompañar y puedo estar adentro de un corazón, porque quizá si antes mi cuerpo no me lo permitía, hoy es imprescindible entender que un cuerpo te limita mucho. 
Es mucho trabajo para un ser humano cuidarse, vestirse, trabajar sin que te duela la espalda, y ni siquiera les cuento lo que es leer dos o mas horas seguidas en ese mundo, aca se puede leer todo el tiempo sin fatigarse (es lo único que mas se parece al planeta tierra), pero mucho mas trabajo para un ser humano es comprender que algún día no vamos a estar mas físicamente, comprender que morir es parte de la vida y que vivir es parte de la muerte. 
Muerte significa nueva vida, significa cambio. La única desventaja de esta nueva vida, es no poder abrazar, es no poder compartir lo necesariamente corporal para convencer que de este lado también hay una vida por delante. Lo importante es aclarar que para pasar a este mundo es imprescindible preparar a nuestros seres queridos, no recordándoles cada día que algún día nos vamos a ir, sino dando la mejor muestra de afecto y de cariño, decir te amo, decir te quiero, o perdón son muestras de cariño y de amor, es el mejor ejemplo que hallamos podido dar en ese mundo
En el cielo es esplendida la vida, pero en la tierra, en ese planeta en el que hoy vos estas viviendo, en el que estas sintiendo que cada día, se aproxima el gran cambio, cada vez son mas las personas que llegan a este mundo celestial, dejando atrás una vida de dolor, Lo mas hermoso de aquel mundo son las personas que hicieron lo posible por enseñarte todo lo necesario, por enseñarte lo lindo que es vivir, lo lindo que es el amor, lo hermoso que es pensar y sentirse libre para crear en nuestra mente que no existen limites, y que podemos ser y hacer lo que queramos si nos lo proponemos, eso que solo se conoce en el planeta tierra y que muy pocas veces es visto. Acá no necesitamos sentidos para sentirnos vivos, sino que solo usamos otros sentidos prescindiendo de nuestro cuerpo, aprendiendo cosas totalmente diferentes. También vamos a morir, eso lo sabemos, la única diferencia es que en este mundo se sabe exactamente cuando va a ocurrir eso, pero como no tenemos sentimientos no nos importa, solamente nos dedicamos a amar y a seguir aprendiendo a morir.

Esta carta la escribi, en memoria de mi amigo Juan Pablo Acosta, que se fue un lunes 6 de agosto del año 2007, "por causas que todavia desconozco", donde paso a ser parte de mi mente y mi corazón, pero lo mas importante, paso a ser parte de mi alma. Te quiero mucho amigo, pronto nos volveremos a encontrar...

1 comentario:

  1. Gracias Ramiro por publicar esta carta, que estamos seguro que fue dictada en tu corazón por esa hermosa persona que pasó por este mundo, nos tocó y nos dejó ese gran amor que sentimos por él. Tú eres la herencia que él nos dejó al igual que muchas otras personas que fuimos conociendo en nuestro andar por este camino de dolor que día a día tratamos de superar. Pero lo más importante de todo es que Juan Pablo supo sembrar esa semilla de amor del cual hoy recogemos sus frutos. Rami, te queremos mucho y siempre estaremos a tu lado cuando vos también lo necesites. Silvia, Pedro y Kela

    ResponderEliminar