
Hoy quiero escribir a un amigo, pero no solo quiero hacer una carta común describiendo todas las cosas que puede hacer un buen amigo, sino hoy quiero dedicarle otro tipo de palabras para un amigo que me enseño que la vida es un suspirar, la vida es un misterio, la vida se vive de una vez y para siempre.
No tendría las palabras de un gran escritor, pero si tengo las huellas en mi corazón como para no dedicarle unas palabras a aquellas personas que quiero y en especial a una que forma parte de mi vida, que se inmortalizó en mi alma y no alcanzarán lagrimas para purificar tanto sufrimiento que puede producir la partida de un amigo, de un hermano del alma, es esa persona que supo ganarse mi confianza y hoy ya tiene alas para llegar hasta Dios, pero creo que somos personas en este mundo que desconocemos que nos va a pasar si dejamos este cuerpo, es ese miedo inmenso a morir, aunque en el fondo sabemos que no queda otra que pasarla lo mejor posible, y en serio, hay que vivir como si fuera cada día el último, porque no sabemos cuando Dios va a necesitarnos allá arriba.
También hoy es ese día, ese día que nunca debe serlo, porque si bien festejamos con nuestros amigos, no es solo este día, sino también los otros 364 anteriores del año, los cuales son muchos mas valiosos, porque los verdaderos amigos están siempre, y no quiero decir todo el tiempo, sino siempre que uno necesite de ellos, para apoyarnos en el peor momento, y compartir los buenos, por eso mi homenaje a aquellas personas que encontraron en este mundo los amigos que nos dejaron su esencia y marcaron un nuevo camino en nuestras vidas, porque sin ellos, les puedo asegurar, no seriamos lo que hoy somos, sea una buena o mala experiencia, algo nos dejaron, y de ello debemos aprender.
No quiero que solo estas palabras llenen un simple blog, siempre un escritor quiere que aquel destinatario se quede pensando, meditando, que pueda descifrar el código dibujado en los mensajes, ¿que puede esconder en las palabras una persona? Realmente no lo sé muy bien, por eso busco cada día tratar de escribir un poco más, para encontrar mi verdadera esencia, esa esencia que llevo en el alma, pero realmente es difícil y fácil a la vez dejar escapar ideas que surgen dentro de mi cabeza y se hacen visibles al mundo.
Quiero dedicar estas palabras a todos mis amigos, amigos terrenales, pasajeros, temporales, y a los que extraño muchísimo por diferentes motivos, y quiero agradecer a mis destinatarios que me están viendo crecer como escritor, espero algún día poder complacer el alma con palabras, porque yo sostengo que es el mejor medio para expresar aquellas ideas que se hacen realidad en un mundo donde no solo es imperfecto y cruel, también se experimenta el amor, y en especial el amor a una persona que llega a nuestras vidas y deja una huella tan grande, pero como es amor, no ocupa espacio en nuestro corazón, pero llena nuestra alma de grandes satisfacciones.
No tendría las palabras de un gran escritor, pero si tengo las huellas en mi corazón como para no dedicarle unas palabras a aquellas personas que quiero y en especial a una que forma parte de mi vida, que se inmortalizó en mi alma y no alcanzarán lagrimas para purificar tanto sufrimiento que puede producir la partida de un amigo, de un hermano del alma, es esa persona que supo ganarse mi confianza y hoy ya tiene alas para llegar hasta Dios, pero creo que somos personas en este mundo que desconocemos que nos va a pasar si dejamos este cuerpo, es ese miedo inmenso a morir, aunque en el fondo sabemos que no queda otra que pasarla lo mejor posible, y en serio, hay que vivir como si fuera cada día el último, porque no sabemos cuando Dios va a necesitarnos allá arriba.
También hoy es ese día, ese día que nunca debe serlo, porque si bien festejamos con nuestros amigos, no es solo este día, sino también los otros 364 anteriores del año, los cuales son muchos mas valiosos, porque los verdaderos amigos están siempre, y no quiero decir todo el tiempo, sino siempre que uno necesite de ellos, para apoyarnos en el peor momento, y compartir los buenos, por eso mi homenaje a aquellas personas que encontraron en este mundo los amigos que nos dejaron su esencia y marcaron un nuevo camino en nuestras vidas, porque sin ellos, les puedo asegurar, no seriamos lo que hoy somos, sea una buena o mala experiencia, algo nos dejaron, y de ello debemos aprender.
No quiero que solo estas palabras llenen un simple blog, siempre un escritor quiere que aquel destinatario se quede pensando, meditando, que pueda descifrar el código dibujado en los mensajes, ¿que puede esconder en las palabras una persona? Realmente no lo sé muy bien, por eso busco cada día tratar de escribir un poco más, para encontrar mi verdadera esencia, esa esencia que llevo en el alma, pero realmente es difícil y fácil a la vez dejar escapar ideas que surgen dentro de mi cabeza y se hacen visibles al mundo.
Quiero dedicar estas palabras a todos mis amigos, amigos terrenales, pasajeros, temporales, y a los que extraño muchísimo por diferentes motivos, y quiero agradecer a mis destinatarios que me están viendo crecer como escritor, espero algún día poder complacer el alma con palabras, porque yo sostengo que es el mejor medio para expresar aquellas ideas que se hacen realidad en un mundo donde no solo es imperfecto y cruel, también se experimenta el amor, y en especial el amor a una persona que llega a nuestras vidas y deja una huella tan grande, pero como es amor, no ocupa espacio en nuestro corazón, pero llena nuestra alma de grandes satisfacciones.
Dedicado a mi ángel amigo, Juan Pablo Acosta.
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